El presidente Javier Milei ya firmó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que habilita al Gobierno nacional a negociar con el Fondo Monetario Internacional, según confirmó a Ámbito una alta fuente oficial, y será publicado en el Boletín Oficial de mañana. De esta manera, el Gobierno entra en el tramo final de la gestión del nuevo acuerdo.
Según el texto al que accedió Ámbito Financiero, el acuerdo se enmarcará en un Programa de Facilidades Extendidas con un plazo para el pago de intereses de hasta 10 años, con un período de gracia de 4 años y 6 meses.
El camino que debe recorrer el DNU en el Congreso
Por más de que el Gobierno haya afirmado que enviaría el decreto al Congreso para obtener su aprobación, el DNU rige con fuerza de ley desde el momento de su promulgación hasta tanto ambas Cámaras parlamentarias lo rechacen.
Además, no es decisión del Poder Ejecutivo que el DNU pase por el Congreso, se trata del procedimiento administrativo habitual. Es por ello, que en esta instancia el Gobierno debe apostar a conseguir el apoyo necesario para que la norma no sea rechazada por ambas Cámaras, algo que por el momento nunca sucedió.
El decreto del acuerdo con el Fondo deberá seguir el mismo recorrido que cualquier DNU. A partir de su promulgación, el texto, que debe llevar la firma del Presidente, el jefe de Gabinete y todos sus ministros, se envía al Congreso. Para eso, el Poder Ejecutivo tiene un plazo máximo de 10 días.
Posteriormente, se trata en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, encargada de dictaminar en torno a la validez de los DNU. Si ese cuerpo de trabajo no se pronuncia en un plazo de 10 días hábiles, tanto el cuerpo de la Cámara de Diputados como del Senado quedan habilitados a llevar el texto al recinto y aprobarlo o rechazarlo.
La votación no admite ningún tipo de cambio en el texto: el DNU únicamente puede ser aprobado o rechazado. En caso de que una de las dos Cámaras le de el visto bueno a la norma, bastará para que quede aprobada, sin importar la voluntad de la otra. Únicamente ante el rechazo del Senado y de Diputados puede caerse un decreto.