El Presidente sostuvo que el dinero será para salir del cepo antes de fin de año. Cuestionó a Kicillof por la inseguridad, pidió penas más graves y destacó el programa económico.
Javier Milei inauguró las 143 sesiones ordinarias del Congreso con un duro discurso en el que hizo una defensa enfática de su primer año de gestión, cargó contra la oposición -a la que volvió a definir como “la casta”- y anunció una agenda que hizo foco en materia de seguridad y en la económica, sin grandes sorpresas y en clave electoral ante la incipiente campaña que se avecina. Confirmó que avanza en un acuerdo con FMI para salir del cepo cambiario antes de fin de año y que una vez que se concrete lo enviará al Poder Legislativo para que lo ratifique.
“Queremos darle la oportunidad a este Congreso para acompañarnos en el ambicioso proceso que hemos emprendido y en este nuevo acuerdo (con el FMI)”, consignó el Presidente, tal como había adelantado Clarín y como reclama el organismo de crédito.
El Presidente reiteró el pedido para que el gobernador bonaerense Axel Kicillof -el único político al que mencionó, además de Cristina Kirchner y el radical Facundo Manes- renuncie a su cargo y volvió a invitar al Congreso a apoyar su agenda de reformas, como hizo hace un año cuando convocó al Pacto de Mayo. “Si aceptan mi oferta, veré que están dispuestos a involucrarse en lo que el país necesita. Caso contrario, habrán demostrado que el único camino para cambiar el país, es cambiar este Congreso”, dijo el mandatario en clave electoral.
Milei solo mencionó al frente peronista con el que pretende polarizar la bancada del peronismo. “Desde abril que la economía no para de crecer y los keynesianos nos paran de llorar” (…) Aunque les duela al Frente para la Victoria, o a Unión por la plata (SIC), como se llamen ahora”,ironizó. No fue casual, igual que la mención a Kicillof.
El cruce con Facundo Manes fue más espontáneo y terminó en bochorno. El Presidente insultó al diputado radical que agitó la Constitución a los gritos cuando el Presidente hablaba de una reforma judicial. El neurólogo denunció que, al terminar la sesión, fue amenazado por Santiago Caputo y golpeado por alguien que acompañaba al asesor presidencial, que siguió el discurso desde uno de los palcos -rodeado por el viceministro de Justicia Sebastián Amerio– y el streamer libertario Daniel Parisini (el gordo Dan).
El Presidente prometió una reforma migratoria, del Código Civil y otra del Código Penal para endurecer “todas las penas” y destacó que no tiene “nada que conversar» con el gobernador de la provincia más poblada y extensa del país. ”Si Kicillof quiere resolver el problema (de la inseguridad) tiene dos alternativas: abandonar esa visión abolicionista y castigar a los criminales; o correrse del camino y dejarnos resolver el problema a nosotros”, señaló el Presidente.
El jefe de Estado habló durante más de una hora y diez minutos frente a una Asamblea Legislativa semi vacía por la ausencia masiva de gobernadores opositores y aliados (solo hubo 7 sobre 24) y el faltazo anunciado de los bloques de diputados y senadores peronismo y de otras fuerzas, que solo enviaron una representación mínima.
Karina Milei, a cargo de las invitaciones del Gobierno, disimuló el vacío con palcos repletos de militantes libertarios. Con el aval silencioso de los presidentes de ambas Cámaras, Martín Menem y Victoria Villarruel, no se permitió -por segundo año consecutivo- la presencia de fotógrafos en la planta baja del recinto ni de periodistas acreditados en los palcos, que solo pudieron seguir la sesión desde la segunda bandeja de la Cámara.
Fuente: Clarin.com