El sistema electoral es un conjunto de reglas y procedimientos que se utilizan para elegir a los líderes y representantes del gobierno en una sociedad. A pesar de que el objetivo principal de un sistema electoral es garantizar elecciones libres y justas, existen numerosos desafíos que enfrenta este sistema en todo el mundo. Algunos de estos desafíos son los siguientes:
Participación ciudadana: Uno de los mayores desafíos del sistema electoral es garantizar que la ciudadanía participe activamente en el proceso de elección de sus líderes. La baja participación ciudadana puede debilitar la legitimidad del proceso electoral y erosionar la confianza en el sistema democrático. Si bien en la Republica Argentina en general y en Tucumán en particular, el sistema de elección es obligatorio, múltiples aspectos hacen que los niveles de participación lleguen al 70/75%.
Financiamiento de campañas políticas: El financiamiento de las campañas políticas es otro desafío importante que enfrenta el sistema electoral. El dinero puede influir en las elecciones al permitir que los candidatos más ricos tengan una ventaja sobre los demás. Esto puede debilitar la representación política y favorecer a los intereses de los grupos con más recursos. Se estimas que un acople con los gastos básicos de campaña y sin contar con la impresión de las boletas, necesitaría unos $100 millones. Cifra impensable para cualquier tucumano de a pie.
Diversidad y representación: El sistema electoral también enfrenta desafíos en términos de representación y diversidad. Si el sistema electoral no es inclusivo, puede dejar fuera a grupos minoritarios y marginados. Esto puede limitar la capacidad del gobierno para abordar las necesidades y preocupaciones de todos los ciudadanos. Los colectivos LGVTQ+, pueblos originarios, etc rara vez son representados o postulados para cargos electivos por los distintos partidos políticos.
En resumen, el sistema electoral enfrenta numerosos desafíos en todo el mundo. Para garantizar elecciones libres y justas, es necesario abordar estos desafíos de manera efectiva y continua. Esto incluye la promoción de la participación ciudadana, la regulación del financiamiento de campañas políticas, la promoción de la diversidad y la representación, y la garantía de la seguridad y la integridad de los sistemas electorales.