El discurso del presidente Javier Milei, fue acompañado solamente por su entorno político ya que la oposición decidió no entrar al recinto.
El ingreso de Javier Milei al congreso de la nación, o al nido de ratas como supo decir alguna vez, fue interceptada por el diputado tucumano Gerardo Huesen, quien sin medir la importancia del evento detuvo al presidente para sacarse una selfie.
Podríamos decir que desde ese momento Javier Miel sintió la necesidad de instalar nuevamente ante las “cámaras amigas” (ya que no se dejó entrar a la prensa independiente) el personaje del out sider de la política, un personaje que hace política, pero la crítica constantemente, contradiciéndose en la construcción de esta realidad.
Una de estas contradicciones es decir que “tomar deuda es arruinar la vida a las generaciones futuras” para que después a los pocos minutos le diga a la audiencia que “acabamos de llegar a nuevo acuerdo con el FMI para un nuevo empréstito”
También tuvo la posibilidad de hablar de la independencia de la justicia y que el sector político no debe involucrarse en el poder, pero a la vez remarcó que el mando dos pliegos por decreto para que jueces formen parte de la corte suprema de justicia.
Estas y otras muchas más contradicciones demostraron que el discurso presidencial, fue programado o creado para dividir a los argentinos, ya que siempre y en cada párrafo había una alusión directa y agresiva hacia todas las personas o sectores políticos que piensan distinto de él.
Javier Milei, de la misma manera que Mauricio Macri, dijo que tiene el mejor equipo de toda la historia, Mauricio Macri dijo de los mejores 50 años- Además Milei agregó que el gobierno de Carlos Menem fue el mejor de la historia de argentina “hasta ahora” bromeó.
Luego felicitó uno a uno a sus ministros, elogiando su tarea en la desregulación y destrucción del estado, induciendo también una ovación a Patria Bulrrich cuando hablo sobre la seguridad, sin dejar pasar la oportunidad de hacer referencia a su cruce con Axel Kicilof.
Lamentablemente no hizo mención a la realidad que pasan día a día los y las jubiladas, que deben elegir entre comer o comprar sus remedios, o pagar los servicios que suben mes a mes.
Tampoco se habló de los pacientes oncológicos que no reciben medicamentos y ni siquiera la morfina para no morir sufriendo, también se obvió el caso de las miles y miles de familias que afrontan el despido de uno de sus integrantes por el cierre constante de fuentes de trabajo y de las pobrísimas paritarias que se concedieron este año, argumentando que se consiguió el equilibrio fiscal a costa de esto.
Para finalizar, no sin antes pelearse con un diputado opositor que le mostró la constitución, tuvo tiempo para gritar tres veces “viva la libertad carajo” mientras los integrantes del congreso aplaudían desaforadamente y Victoria Villaruel no podía contenerlo.